lunes, 30 de diciembre de 2013

Quiero ver amanecer

Llegó la época para vivir las relaciones humanas, que son lo más trascendentes; el amor, la amistad, la familia y la naturaleza son las únicas riquezas imprescindibles. Llegó el tiempo para ver nuevos amaneceres, de que por fin el sol ilumine el horizonte. Llegó el momento de marcar el comienzo de una era dorada. 2014 representa una nueva oportunidad de purificar nuestros corazones, de restaurar todos nuestros equilibrios frágiles.

Es hora de perder los referentes del miedo y de la violencia. No podemos seguir acostumbrados a la desesperanza, no resultó ser un negocio viable. Las nuevas generaciones en Colombia y en el planeta no pueden ser criadas con historias de guerra y deberán tener la capacidad de decidir, libremente, quienes quieren ser y en quienes se quiere convertir.

En enero de 2014 comienza también el año chino. El año del Caballo de Madera que representa la vida, la fiesta y las emociones. Qué bonito sería tomar su ejemplo de agudeza e inteligencia y poder bailar y cantar en este mundo de adagios, caer en estado de eudaimonía.

Resulta esencial darle a la paz un lugar de privilegio, darle la oportunidad a cada uno de los colombianos de que repare su espíritu, cada ciudadano del mundo debería asumir su capacidad de pedir perdón y de perdonar. La paz, la libertad y la felicidad son destellos que no suceden en la razón, suceden en alguna parte del alma que se rehúsa a extinguir. Tenemos la obligación de tomar decisiones dentro de nosotros mismos, de marcar el fin de las décadas púrpuras.

A pesar de la efervescencia y de toda la sangre caliente que aún se sigue derramando, aquí estoy yo, abrigando sueños y deseos: Igualdad para toda la humanidad, ¡ya! Un mundo que tristemente nos resulta impensable pero que es perfectamente posible. La luna se asoma y la lluvia cae para todos. El bien y el mal no son categorías de la naturaleza, son decisiones, la tolerancia es el fundamento que necesitamos para vivir en paz.

Como pensamos en pequeño nos sentimos diminutos y tendemos a depender de los demás. Nosotros somos igual de humanos a los humanos que ya resolvieron sus conflictos, tenemos las mismas capacidades y los mismos derechos. Tal vez, el modo de cerrar los grandes conflictos es aprender de nuestro dolor y así hacer todo lo posible para no volver a sentirlo. Lo bueno es que los dolores tienen la particularidad de recordarse poco una vez se acaban.

Colombia representa una riqueza de cruce, hibridación y mescolanza. La diversidad de culturas es tan rica que nos muestra un universo mágico e inimaginado de colores y olores. Es la cuna de las chapoleras, de la panela, de las cordilleras. Colombia representa también un lugar estratégico en la geografía de América; recursos y privilegios envidiables. Es un país demasiado hermoso, merece la pena. La dejación del rencor es necesaria para vivir ese gran sueño.

Los ególatras de la nación hablan casi que en séptima persona. En el diario vivir resulta más fácil ser juez que actor, no estaría de más que saliéramos de nuestra zona de dominio y de comodidad para lograr ser consecuentes en el sentido de actuar de la misma manera a como nos gusta criticar. La mezquindad es como la diabetes, produce una muerte lenta y casi segura.

Lo que nos ennoblece es elegir causas que eleven nuestros andares y nos den contenido. En 2014 podemos apostarle a la naturaleza, por ejemplo, sería un buen comienzo. Defender la amazonia, los páramos y las especies como lo que son: elementos sagrados, irrecuperables. Tener la misma cultura verde y cuidar el agua así como lo hacen nuestros indígenas, nuestros sabios indígenas a los que tanto les debemos y a los que tanto menospreciamos.

En 2014 podemos apostarle a eliminar el sufrimiento. Duele saber que tan solo una palabra podría erradicar por completo con el hambre en el planeta y aun así el significado de la solidaridad es lejano y poco aplicado por la mayoría.

En 2014 podemos apostarle a dejar de lado la amargura. Porque no se vive de cobrar cuentas, mucho menos de nostalgias o de recuerdos, buenos o malos, se vive de porvenir. Tanto el odio como el chocolate son más amargos cuanto más puros.

En 2014 es necesario apostarle a ver un nuevo amanecer en Colombia.


domingo, 8 de diciembre de 2013

Héroe

Los héroes si existen, Nelson Mandela es uno de los más grandes y destacados a lo largo de la historia de la humanidad. El líder sudafricano dejo claro, con su inteligencia, honestidad y valentía, que los milagros son reales, incluso en la política, y logró liderar una alquimia hacia la libertad y la armonía de Sudáfrica que resultó ser irreversible.

Todos los muertos son buenos, dice el dicho, pero en este caso podemos tener la certeza de que cada voz de condolencia, cada elogio e incluso cada lágrima derramada son justificados y tienen un sentido especial. Su conciencia y lucidez se forjaron bajo la lupa de eternas torturas y trabajos forzados, esto hace aún más loable su causa y su comportamiento. Su ejemplo es admirable y deseable y la nobleza y satisfacción de sus ojos invitan a esforzarse por seguir su legado.

Quizá una de las más grandes enseñanzas que nos dejó Mandela fue su capacidad de hacer una autocrítica radical a sus convicciones. Es remarcable la capacidad que tuvo para cambiar sus pensamientos y su filosofía para así lograr aquella serenidad y sabiduría que tanto lo destacaron. Su nuevo amanecer guiaría todas sus iniciativas políticas que lo llevaron a rediseñar un país y hacerlo fantástico, poblado con personas bonitas que lograron el perdón en el interior de su alma y en la práctica.

No fue fácil. No fue perdón y olvido. Perdonar no es olvidar, perdonar es continuar y aun sintiendo un inmenso dolor reconocer, avalar y potenciar la libertad del otro, ese fue su gran valor. El perdón como elemento clave para un nuevo despertar, el perdón como sinónimo de futuro. También el perdón como enseñanza y así jamás llegar a repetir la historia. El perdón, que como la paz, son unos propósitos difíciles, pero irrenunciables. Mandela no solo es inmortal por lo que hizo, también lo es por lo que no hizo; no odió y no buscó venganza.

No tienen por qué existir pueblos condenados a vivir en la brutalidad y en la crueldad de manera eterna, ahí están los ejemplos de Polonia, Japón y Sudáfrica, entre otros. La paz y la reconciliación son posibles, deseables y viables.

En su situación y en la situación de Sudáfrica durante el Apherteid, renunciar a la violencia era un juego mental lejano a toda realidad, había mucho rencor y odio circulando por las venas. Era imposible. Nelson Mandela logró hacer posible lo imposible a punta de convicción, amor y perseverancia. Una historia romántica con un desenlace paradisíaco. La raza negra oprimida y esclavizada y la raza blanca llena de odio lograron una transición pacífica hacia la concordia y la convivencia. Un sueño hecho realidad. La magia de ese sueño no sólo logro su objetivo sino que se esparció en el tiempo y en el espacio como los pétalos de un diente de león llevados por el viento.

Su capacidad persuasiva asombra. No necesitó levantar el tono de su voz, no necesito cerrar su mano, ya sea para empuñar un arma o para golpear a alguien con ella. La fortaleza de su espíritu le fue suficiente para contagiar, poco a poco, a cercanos y enemigos. Para hacer tal cosa se necesita tener más que un poquito de gracia. Logró forjar una cohesión pero reconociendo las diferencias; impulsó el cambio del fanatismo por la tolerancia, la mezquindad por la solidaridad, el egoísmo por el bienestar común y la desolación por la justicia. Voluntad, paciencia y resistencia fueron los elementos para lograr la arquitectura del milagro de esta nación adornada por el arco iris, que volvió a asomarse para nunca más irse.

Ahí no terminó su legado; cuando ya era inmensamente aclamado (Premio Nobel de paz en 1993, entre otros), Mandela siguió siendo una persona sencilla y austera. Su nobleza no cambió con la aceptación o la popularidad. Y después de hacer un mandato ejemplar como presidente de Sudáfrica, renunció a permanecer en el poder abriéndole un libre sendero a la democracia. La confianza, la disciplina y el liderazgo de éste hijo Thembu de la tribu Xhosa, lograron transformar a un país en grave conflicto de violencia y segregación a ser una potencia y un referente continental. ¡Una Sudáfrica para todos!

Los héroes cuando lo son no lo notan, no pretenden serlo ni hacen campaña, simplemente actúan de manera consecuente con templanza y oficio. El reconocimiento y las posiciones vienen cuando no se desean con intensidad y no son necesarios para llevar una vida llena de felicidad o de gratificación. Que grande y ejemplar fue Nelson Mandela, s
u trabajo de símbolos fue mucho más que genial. 


 "He luchado contra dominación blanca, he luchado contra la dominación negra. He acariciado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que todas las personas vivan juntas con armonía e igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y por el que espero triunfar. Pero si fuere necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir". Nelson Mandela.


viernes, 22 de noviembre de 2013

Se quitó el sombrero

Al principio pensé que el Candidato del Sombrero se había vuelto a lanzar:

- ¡Ombe Camilo, que es Pachón!

- ¿Quién?

- Pachón, el campesino.

- ¿El Candidato del Sombrero que se lanzó en 2010 y no sacó casi votos? Ese como que era campesino… Su logo símbolo era un emoticón con bigote o algo así. ¿No?

- ¡No sea menzo! El de las marchas. ¿No ha visto en Facebook?

- ¡Ahhhhh siiiii! El que habló en el congreso y nadie lo escuchaba… Si vi algo en Youtube pero me aburrí.

- Por él es por quién hay que votar.

- ¿Y ese cómo es que se llama? Sergio, César, Cervando…

- No sé, pero al menos no es corrupto.

- ¿Cómo sabe?

- Pues eso dijo…

- Parce, pero todos dicen lo mismo… Me cuesta creer que alguien haga campaña diciendo que si lo es. Sólo me acuerdo de un caso; cuando Turbay dijo que “había que robar en sus justas proporciones”. Fue un innovador... ¿Mano, y Pancho si estará preparado pa presidente?

- ¡Pachón!

- ¡Eso! ¿Ese si sabrá lo que es el Tratado Esguerra - Bárcenas? ¿Podrá asumir una catástrofe? ¿Tiene diseñado un buen plan para combatir la precaria salud en Colombia? ¿Tendrá, al menos, claras las funciones de un presidente?

- Le estoy diciendo que es el de las marchas.

- Yo también marché y no me considero presidenciable por eso.

- Pero él las lideró, hay que unirnos pa bajar a tanto corrupto.

- Pues si nació en Colombia, vive en el país y ya superó el tercer piso tiene todo el derecho de aspirar según la Constitución del 91.

- Él sería un cambio para el país.

- Pastrana también prometió un cambio en el 98 y vea… Y a todas estas, ¿Eso del Facebook si será efectivo? No funcionó con Mockus.

- Le voy a enviar la invitación del grupo pa que sepa como es.

- ¿Marica pero usted no estaba jodiendo la semana pasada con el grupo ese pa votar en blanco? ¿Al fin?

- El voto en blanco sería un muy buen mensaje.

- ¿De?

- Pues de que no nos gusta ninguno de los candidatos.

- No le entiendo. Ni siquiera hay candidatos inscritos. Bueno, y los que suenan, como la marioneta o la señora del Polo, ni siquiera han divulgado sus eventuales programas de gobierno. ¿Yo cómo voy a saber si ningún candidato o programa de gobierno me gusta o no sin haberlos conocido?

- Vea, lo importante es que hay que bajar a Santos como sea.
Cualquiera es mejor que ese.

 - ¿Hasta el Candidato del Sombrero?

- ¡Hay abrase! A usted no le duele su país…

Yo sólo quería chismosear el perfil de la vieja a la que le tengo ganas y no pude porque me llenaron de invitaciones a grupos que para mí carecen de toda lógica. Eso no fue lo peor, lo peor es que en verdad ya me están haciendo sentir como un cobarde traicionero a la bandera tricolor. Hubo una señora que me dijo que yo patrocinaba la corrupción por el simple hecho de que no estaba de acuerdo con apoyar a ciegas la candidatura de alguien que a toda luz no está preparado para asumir las riendas de un país, un país tan complejo como Colombia.

Igual me puse a investigar pues de pronto este tipo si es la salvación para Colombia y yo la estaba embarrando. Primero lo primero, El Candidato del Sombrero se llama Jairo Calderón. Esa era mi principal inquietud. Ahora bien, dice Wikipedia que efectivamente César Pachón ya tiene 30 años. Es incluso más joven que el loco e inexperto mandatario de Corea del Norte pero tiene derecho constitucional de inscribir su nombre si recolecta las firmas necesarias o un partido político ya establecido lo postula como su candidato oficial.

Es ingeniero agrónomo de la Universidad Pedagógica, mueve masas y parece que tiene buenas intenciones. Pachón lidera el movimiento nacional y popular Dignidades por Colombia que aboga por el campesinado colombiano y promete proponer soluciones a corto, mediano y largo plazo para resolver las coyunturas del sector.

Lo que no dice Wikipedia es que a Pachón se le ha olvidado hablar y hacer propuestas sobre temas como las relaciones internacionales, la seguridad, los derechos humanos, la salud, la educación, la tecnología, la cultura, el desarrollo y el deporte, entre otros. Parece ser que mis sospechas no eran tan descabelladas, no conoce las funciones del Presidente de Colombia que están escritas en la Constitución Política en el Titulo VII (De la Rama Ejecutiva), Capítulo 1 (Del Presidente de la República).

Las personas con intenciones loables son deseables en cualquier parte pero la ley de la vida nos obliga a desarrollar procesos, etapas, aprendizajes y experiencias. La cultura de la inmediatez en Colombia nunca ha hecho bien. Es cierto que el gobierno de Santos ha hecho tantas chambonadas que en el país ya no cabe ni siquiera una mínima duda de eso pero aun así es preciso que mantengamos la cordura y la sensatez de no seguir dejándonos llevar por calenturas irresponsables.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

La leyenda del Vampiro

Bram Stoker fue un profeta y un visionario. El irlandés dio a conocer su popular novela “Drácula” en el año 1897 pero realmente lo que quería era relatar los hechos que ocurrirían en Colombia muchos años después. Su genial estilo lo llevo a narrarla en lenguaje oculto, es decir, los nombres y lugares fueron cambiados para proteger a su propia integridad. Debe ser que ya presentía venir las amenazas y el matoneo que caracterizan al estilo de Uribe. Por ejemplo, sus profecías fueron expuestas en escenarios como Londres y Transilvania pero todo apunta a que en realidad se estaba refiriendo a la tierra de la guayaba.

¿Qué le habrá impulsado a escribir acerca de Colombia? No está del todo claro pero los rumores dicen que el motivo fue que tanto payaso suelto llamó su atención. Desde Misael, pasando por Regina y llegando hasta José Obdulio resultaron ser una gama fascinante. Lo que sí es seguro es que a pesar de tanto humorista, el género literario que escogió Bram fue la Novela y no la Comedia pues en Colombia las novelas tienen un lugar de privilegio y los políticos y periodistas aman ser protagonistas tipo Corín Tellado, otro coqueto detalle que tuvo el autor.

Según la leyenda, el Vampiro bebía y se bañaba en sangre, creyendo que le devolvería la juventud y lo perpetuaría en la inmortalidad. Esta apología describe muy bien al ex presidente Uribe quien para perpetuarse no vacila en chuparle la sangre a cualquier parroquiano como si padeciera de Porfilia y que está bañado en cuanta mermelada aparezca.

El personaje, además, publicaba avisos de manera incansable en busca de lograr concretar y tapar todo tipo de triquiñuelas, todo en aras de no desaparecer en el imaginario de nadie. Se sabe, pues es misteriosamente multiplicado por los medios masivos de comunicación, lo que trina el desocupado Alvarito día tras día cargado de mezquindad con su BlackBerry (BB era una marca pionera en aparatos móviles y no una simple aplicación), no descansa, no duerme. Las mamás siempre han dicho que el sueño es necesario para aliviar el alma, pobre. De ahí la aparición del cuervo carroñero en la novela, hace alusión al pajarraco de Twitter.

Se revela, sin tapujos, la desmesurada ambición de poder de Drácula, quien, para lograr sus objetivos, logra obediencia y mueve ejércitos de ratas, dingos, zorros, niebla, lobos, lagartos, murciélagos y tormentas. El honorable Congreso de la República también tiene su papel protagónico, Bram pensó en todo. Estos animalejos arrastraban un miedo que parecía venir del futuro, como Uribe y sus ministros con delirios de rabo de paja.

El noble Alvarito pierde sus facultades durante el día, los vampiros huyen de la luz diurna. Todo lo hacen valiéndose de lo tapado y de lo oculto a la luz pública. Esa esa es su esencia.

Cada quién tiene su lugar en la trama, desfilan personajes como: el Lacayo (refiriéndose al falaz periodista Alfredo Rangel), el Bufón, que naturalmente representa a Pachito y hasta el Intrépido Fugitivo, que no podía ser otro que Luis Carlos Restrepo. Todos de la cuerda del Conde. Bram Stoker también se acordó de uno que otro personaje que si resultó ser proactivo para Colombia, la inteligencia de John Seward en la novela, por ejemplo, evoca al gran José Cuervo, no por los efectos que produce el conocido tequila mexicano sino por los derechos humanos y el lenguaje que defendió el filólogo y humanista Rufino José en Colombia y Francia. Ese si fue un gran colombiano.

Hay un capítulo en el cuál se describen unos robos de identidad desde las penumbras. Claramente se está relatando el episodio en el que Pastrana le robó las elecciones a Rojas Pinilla el 19 de abril de 1970 dándole un golpe certero a la democracia, de ahí el nacimiento del M19. La historia de Colombia está llena de cosas tenebrosas; sombras, truenos y oscurantismo. El autor lo describe magistralmente en toda la obra.

Esas experiencias son muy difíciles de narrar pero las cicatrices demuestran que fueron hechos reales. En Colombia se trabaja para cuatro o cinco familias: Pastrana, Ardila, Santos, Sarmiento, Uribe… Hasta en eso se heredó el ejemplo de los españoles que trabajan por que tienen una familia que mantener, la familia real. Se desata el dilema de si la vida es injusta o es cruelmente justa pues cada quién cosecha lo que siembra.

Uribe, como Drácula, no se refleja en los espejos. Critica lo que alguna vez formuló. Ahí está el caso del referendo que propuso en 2003 cuando pidió curules para los grupos armados en un eventual proceso de paz. Ahora hace berrinches hasta la saciedad cuando otro es el protagonista. Grita y hace pataletas a todo pulmón como si la inteligencia se midiera en decibeles. Hay que recordar que al Vampiro se le iba la lengua con frecuencia produciendo una especie de vómito negro sobre todo lo que estaba a su alrededor.

En la novela Drácula maneja con cuerdas a diversos personajes buscando un eventual sucesor. Sorprende el ingenio del autor, ¿cómo habrá sabido Bram que la marioneta de Uribe tendría cara de vampirito asustado? Votar por el candidato a la presidencia que postuló el Puro Centro Democrático para el 2014 (no recuerdo su nombre) es lo mismo que abrazar a un cadáver, tan cerca pero a la vez tan lejos, aun entre los brazos está demasiado vacío y ausente, no es una propuesta lo suficientemente atractiva. No es nadie.

El Conde genera cierta simpatía, hace reír. No es deseable que se le clave una estaca en el centro del pecho, es decir, en donde realmente está ubicado el corazón. Colombia no necesita comulgar con más violencia. Simplemente resta esperar con paciencia a que alguien ponga un rosa encima de su sarcófago para que por fin pueda descansar su alma, como ocurre en la novela. Como dijo Herbert Spencer; nadie puede ser perfectamente libre hasta que todos lo sean.

miércoles, 30 de octubre de 2013

¡A su salud!

El presidente y el senado en Colombia son como los payasos, o hacen gracia o dan miedo. Sorprende que la reforma a la salud impuesta por el gobierno haya sido diseñada por personas con plena capacidad de obrar, está tan mal asesorada y es tan mediocre que pone en entre dicho el sistema educativo, democrático, social y moral en Colombia. Personas como estas son incapaces de hallar respuestas y soluciones porque equivocan las preguntas, definitivamente este gobierno perdió la chaveta.

Usted que está leyendo reflexione acerca de lo que dejaría de hacer sin salud; no podría percibir el olor de las vainas de vainilla, ni salir a montar en bici con sus amigos, por ejemplo. O tal vez se privaría de leer a Vargas Llosa. Peor aún, sin salud le sería muy difícil poder comer arepas al desayuno. De eso se trata, de disfrutar de su propia humanidad.

La reforma debería considerar que la vida es sagrada y contemplar el concepto de salud como todo un sistema dinámico y como un derecho vital de los seres humanos, de los colombianos. Es preciso llegar al núcleo del problema y no quedarse vagabundeando en simples retículos endoplasmáticos. En lugar de eso esta supuesta reforma lo único que hace es maquillar, disfrazar y rebautizar lo que existe actualmente en Colombia en materia de salud, que ha demostrado, de manera suficiente, ser un fracaso.

La vida es bonita en demasía, piense en el amor, en poder cantar una canción cerrando los ojos y abriendo el corazón, en abrazar a sus hijos, en tener la oportunidad de ver la luna llena en alguna noche nostálgica, en esa persona de la cual espera ansiosamente un mensaje o una llamada. Eso es vida, eso es salud, eso es lo que debe defenderse.

Pero se antepone la economía de unos pocos a la atención digna de todos en el país. No sorprende que vaya a ser aprobada dicha reforma, ya son famosas las tales primas de ocho millones otorgadas en tiempo record al honorable Congreso de la República justo antes de comenzar un año decisivo en términos políticos, esos son los padres de la patria. Y claro, se formó el respectivo zaperoco: una nueva manifestación que deberá afrontar el improvisado gobierno Santos.

La ansiedad superó los niveles permitidos, los colombianos reclaman y merecen ser acariciados y no pringados. Las caricias tienen una particularidad: no obedecen a las leyes de la física, es decir, entre más suaves son, más intensas se sienten. Haga el ejercicio de recordar, en este preciso momento, alguna caricia que lo o la haya hecho delirar. Recuerde ahora algún concierto de besos que algún o alguna artista le haya regalado. Eso es vida, eso es salud.

Esta protesta no tiene un nombre único, tampoco líderes a quienes seguir. No contempla ideologías políticas hijas del siglo veinte y mucho menos respalda a un color en particular. Esta protesta busca proteger la calidad de vida y la vida misma de los colombianos.

Es frustrante que por más que se les diga y se les explique que es indeseable legislar en favor de las minorías y en contra de los intereses y los deseos de la sociedad, ellos siguen dele que dele. Resulta necesario sumar voluntades y restar caprichos para evitar frenar la circulación de la cultura y así lograr anteponer el bienestar de la inmensa mayoría de una manera pacífica, estoica y contundente. Es posible.

Cuando existe la pasión el riesgo se ve de otra manera. Riesgo de reclamar, riesgo de estudiar, riesgo de crecer, riesgo de vivir... Dicen que Colombia es pasión, pero además de eso es un país con resiliencia heroica y oficio. Los colombianos tienen la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas, sin embargo, Colombia merece ser realmente feliz y merece tener todo un sistema de salud que respalde y sustente esa felicidad en lugar de un futuro cegado por la incertidumbre de poder vivir o no el siguiente día.

Lo único que tiene de bueno el panorama tan negro que nos están imponiendo es que éste color combina con todo. Y aunque ya sabemos que la moda dista mucho de la salud o la política, nuestros gobernantes siguen desfilando con todo su arsenal maquillado, con sus sonrisas postizas y de muchos colores, con sus bolsillos llenos y con sus inteligencias huecas.

En Colombia hay personas que aprenden a sufrir antes de aprender a hablar, como incapaces de encontrar una identidad, como sin memoria, como sin pasiones, como sin ser dueños de un porvenir. La realidad para la mayoría de los humanos en el país suele ser mísera. La majestuosidad que algunos colombianos afortunados pueden sentir y disfrutar debería ser para todos los compatriotas.

Valoren inmensamente a los suyos, sean responsables con la madre tierra, multipliquen el amor y defiendan la vida ante todo. Esa es una reforma a la salud que se propone desde este humilde blog escrito por un colombiano que le duelen las injusticias en su país, no se necesita mucho presupuesto.

domingo, 20 de octubre de 2013

En caso de perder la memoria

Como Colombia es un país que sufre de amnesia resultan necesarios algunos recordatorios:

El tal paro nacional agrario si sirvió. Entre otras, nos confirmó el cinismo de los gobernantes en Colombia. El excelentísimo redentor, Álvaro Uribe, por ejemplo, salió a apoyar a los campesinos con su particular nobleza y patriotismo. Dignísimo mesías; hasta el más recalcitrante (término poco demócrata utilizado en demasía por nuestros “grandes demócratas”) de los uribistas sabe que usted fue uno de los protagonistas de las chambonadas del TLC y que usted abusó por debajo de la ruana de nuestros campesinos con cualquier tipo de fechorías indecibles e hizo porquerías con el agro colombiano.

Muy popular fue la payasada de Agro Ingreso Seguro pero pocos saben las veces en las que su gobierno privilegiaba el gasto público en favor de su patrimonio familiar expuestas y sustentadas por el profesor Kalmanovitz en días recientes. Sea como sea, esto a los colombianos se les olvida por que como “ahora se puede ir por tierra a Girardot, Armenia o Montería” todo es justificable. Señor Uribe, sus ansias y obsesión de poder me producen terror. ¿Cómo se les dice a quienes generan terror en los demás?

Mucho me temo que Uribe, además de su megalomanía, sufre de todo tipo de corrupción, incluso de corrupción social, su enfermedad lo lleva hasta auto proclamarse como el evangelizador de lo que está bien o mal dentro de la sociedad colombiana. Seguro que Narciso se sentiría orgulloso de este pupilo. La sociedad tiene una moral propia y quizá debería enseñarle algo de decencia a los gobernantes y quizá los gobiernos deban adaptarse a ella. Así Colombia sería un país menos belicoso y más justo.

Juan Manuel Santos es un poco más inocente y chistoso. Salió a los medios de comunicación a desprestigiar el paro al mejor estilo de un gobierno desafiante que no es digno de su pueblo campesino y a los pocos días le toco recular y salir a decir, con una sonrisa de muñeco de cera, que las protestas de los campesinos eran justificadas y que el gobierno los apoyaba con total ímpetu.

¡Con tanto apoyo el campesinado colombiano está hecho! Pero la verdad es que el tal apoyo no ha llegado o por lo menos no se ve, es rácano. Les conceden en teoría lo que en la práctica les negarán. Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje.

Con tanto abuso recibido, sorprende que el campesinado colombiano no haya salido a protestar desde mucho tiempo atrás. No se sabe si fue por humildad, por ignorancia, por falta de información y apoyo o por miedo a la represión. Tristemente, muchos colombianos ya se sienten culpables cuando quieren hacer lo correcto, que amargo trauma el que le están dejando al pueblo de Colombia sus gobernantes. Infortunadamente los colombianos suelen seguir más a sus instintos de conservación que a sus sueños.

Uribe decía, con su característico tono demagogo, que la protesta en Colombia era libre y hasta deseada, pero en la práctica se vio que si los reclamos legítimos los hacían los labriegos o los pequeños empresarios agrícolas colombianos (que sostienen a más de 9 millones de personas), estos automáticamente se convertían en “subversivos” y les pisoteaban su valía como personas y la legitimidad de sus demandas. Esa es su doctrina, la vergüenza de no decir ni una mísera palabra proactiva o con tintes de inteligencia, su mezquindad siempre le gana.

Tampoco olvidemos que el presidente actual de Colombia y la Policía Nacional han ofrecido recompensas y han publicado, con toda la razón, unas imágenes de algunos vándalos que empañaron el paro con actos violentos. Es deber del gobierno el realizar todos los esfuerzos para neutralizar a estos desubicados. Pero, de igual manera, surgen dos interrogantes:

1. El hecho de que algunos desadaptados sean incapaces de controlarse cuando se les sube la sangre al cerebro es muy triste, pero ¿era motivo suficiente para desestimar el paro?

2. ¿Cuándo van a publicar las imágenes y a ofrecer las recompensas por información que lleve a la captura de algunos delincuentes y abusivos con uniforme del ESMAD? Esa lista tiene casi dos meses de retraso.

Tal vez el recordatorio más importante es que Colombia es un país en donde las personas bailan y cantan todo el tiempo, sin motivo aparente, esa bonita energía no debe perderse, es lo que nos mantiene vivos, lo que nos ayuda a limpiarnos el polvo y salir a guerrear el día. Los colombianos mismos somos nuestro mejor baluarte, debemos cuidarnos y respaldarnos en todo sentido. Sobre todo respaldar a los campesinos, a los verdaderos héroes nacionales, gracias a ellos Colombia es un país en donde resulta casi imposible morirse de hambre. A Colombia le urge que llegue la hora de sembrar concordia en sus campos. ¡Que viva el campesinado colombiano carajo!

La historia debe recordarse para no repetirse y ésta se escribe de a poco, el futuro es tan inesperado que jamás se sabe cuándo cambiará de lado la moneda. Hay que seguir firme con pasión y principios, con objetivos contundentes. Hay que prepararse lo mejor posible para cuando a cada uno de nosotros le llegue la oportunidad de aportar desde nuestro oficio o intelecto. Y llegará…

sábado, 17 de agosto de 2013

Letreros

Campoalegre es un municipio arrocero ubicado en el Huila. Es la capital arrocera del departamento. El impacto ambiental, alimentario y cultural que genera su desarrollo y progreso en Colombia es invaluable. Entiéndase “desarrollo y progreso” como la preservación de los recursos naturales, el trabajo digno, la consolidación de los oficios y la armonía entre seres humanos y entre todos los seres vivos en general. A diferencia de lo que muchos piensan y de lo que se difunde en muchos letreros, desarrollo y progreso no es cemento, ni armas, ni trasnacionales y mucho menos la erradicación del campesinado.

El Documental 9.70, que circula en la internet por estos días, hace una denuncia escandalosa, una denuncia que tristemente no ha tenido la difusión ni el impacto que merece: Estados Unidos puso como condición para firmar el Tratado de Libre Comercio la aprobación de una ley que impone el uso obligatorio de semillas certificadas a nuestros campesinos para realizar sus siembras. Ya sabemos la manera de proceder de los Estados Unidos a través de la historia, no sorprende, lo escandaloso es que Colombia aceptara esa imposición y que el Instituto Colombiano Agropecuario proclamara la Resolución 9.70 condenando a los campesinos que realicen prácticas de siembra ancestral y de paso obligando a destruir todas las toneladas de comida que no se adecúen a ésta ley por ser “comida pirata”.

Sí, ¡Comida pirata! ¿Qué genio se habrá inventado ese letrero? En plena crisis económica y social alrededor del globo. En el mismo instante en el que un tractor destruye sacos de arroz en Colombia, mueren niños de hambre en Mozambique. En el mismo instante en el que es judicializado un campesino por sembrar arroz, un congresista asalta las arcas del pueblo colombiano y recibe prebendas para aprobar una ley.

El Presidente Santos tuvo el descaro de dirigirse al país soltando otro letrero, capaz de confabular la risa y el llanto, cuando defendía el TLC con los Estados Unidos: “la rapidez con la que se aprobaron esas leyes no tiene antecedentes”. ¿Es demócrata aprobar leyes con tanta rapidez? ¿Es honesto? ¿Hace parte de sus “prácticas de buen gobierno”? ¿La rama Legislativa en Colombia realmente le pertenece a los colombianos? Duelen mucho las respuestas…

El 7 de agosto del año 2010, Juan Manuel Santos juró solemnemente como presidente de Colombia y dio un discurso, ante todos los colombianos y ante centenares de jefes de estado y líderes de opinión, en el cual se destacan las siguientes frases:

- “Nuestro país es una maravillosa combinación de culturas, de razas, de talentos, de riquezas naturales, que nos hace únicos en el planeta”.

- “Tierra, agua, naturaleza y buen gobierno, esos símbolos preciados, harán parte integral de la administración que hoy comenzamos”.

- “Llegó la hora de que los bienes naturales que nos fueron otorgados con tanta abundancia y que los colombianos hemos multiplicado con ingenio y sabiduría, no sean el privilegio de unos pocos sino que estén al alcance de muchas manos”.

- “Vamos a defender al campesino colombiano, vamos a convertirlo en empresario, a apoyarlo con tecnología y créditos, para hacer de cada campesino un próspero Juan Valdez”.

- "Porque ese campesino es la persona capaz de alimentar a Colombia y de ayudar a sustentar a un mundo ávido de alimentos. Colombia puede ser una despensa productiva para el planeta y trabajaremos con empeño para que así sea".

¿Qué pasó presidente? ¿Sólo eran palabrejas de relleno? El letrero de “Prosperidad para todos” con el que le gusta tanto dejarse ver es sólo eso, un letrero. Bueno, tomando en cuenta que Álvaro Uribe dijo en el año 2002 que iba a gobernar sin ansias de poder y sin dar lugar a la corrupción, cualquier cosa puede pasar.

Barak Obama fue galardonado con el premio Nobel de paz en el año 2009, éste premio se otorga "a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz", según el testamento del propio Nobel.

Sí, el presidente de los Estados Unidos, el mismo país que invade a otros países y derrama una cantidad incalculable de litros de sangre humana a cambio de petróleo.

Sí, el Premio Nobel de Paz, el mismo que se le ha otorgado en varias oportunidades al Comité Internacional de la Cruz Roja y a personajes como Nelson Mandela por su lucha en favor de la equidad entre las razas en Sudáfrica y a Rigoberta Menchú por su trabajo en pro de la justicia social y de la reconciliación etno-cultural en Guatemala.

Señor Premio Nobel de Paz 2009: Según las Naciones Unidas, alrededor de 24.000 personas mueren cada día de hambre o de causas relacionadas con el hambre y su país pone como condición ineludible para abrir mercados el destruir comida, que vergüenza.

No les duelen todas esas personas que viven en el infortunio en Colombia, que sobreviven en la miseria o mueren de hambre a lo largo y ancho del planeta, ¡destruyendo comida! ¿Quiénes son los delincuentes?

Mientras Mariana Pajón se corona campeona del mundo en la contra reloj de BMX en Nueva Zelanda y Caterine Ibargüen gana la medalla de oro en el Mundial de Atletismo en Rusia, otorgándonos una inmensa grandeza llena de sueños y de lágrimas de alegría, otros personajes de las tres ramas del poder en Colombia día a día se convierten en vergüenza patria mientras aparecen en los medios de comunicación con su característico cinismo.

Por cierto, cuando Mariana Pajón nació, Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe tenían 40 años, hoy en día Mariana les da cátedra de decencia, patriotismo y honestidad sin necesidad de hacer proselitismo de patria en todos los medios de comunicación. Sólo con su manera de actuar, con su inocencia, con su naturalidad. Cuando nuestra diosa de ébano nació, Barack Obama ni siquiera sabía que existía un país mágico como Colombia, Caterine si es una digna representante de la raza negra, le basta con sonreír para contagiar de felicidad más corazones que el presidente de los Estados Unidos.

Ellas, con su humildad y decencia, me recuerdan el enorme privilegio de ser colombiano pues son coherentes al hablar y al proceder. Colombia es un país guerrero, de personas muy guerreras, ese es su mayor patrimonio. Se debería apoyar lo nuestro, darle prioridad a lo nuestro, eso es elemental.

¿Cómo es posible que a las personas que intentan defender el patrimonio colombiano y enfrentarse a la impunidad les caigan encima? Es muy gallarda la labor de Victoria Solano, directora del Documental 9.70. No sorprende que ya algunos la quieran intimidar de manera amenazante pero anónima, es tan fácil y tan carente de inteligencia realizar este tipo de actos que se corresponden con las acciones taradas de nuestros honorables gobernantes. ¡Templanza Victoria!

Sembrar semillas certificadas significa utilizar semillas que pertenezcan a las grandes multinacionales, en su gran mayoría estadounidenses. Significa obedecer las normas y atenerse a las condiciones de los dictadores alimentarios. Significa sembrar semillas genéticamente modificadas. Significa, literalmente, que los gringos nos quieren meter a la boca el arroz nuestro de cada día. 


El método de siembra de arroz en Colombia que se ha venido realizando con el paso de la historia respeta la naturaleza. Sembrando semillas libres de químicos, evadiendo los insumos tóxicos y transgénicos, conservando el equilibrio de la biodiversidad y reduciendo el impacto ambiental al mínimo. La utilización de los mejores productos de las cosechas como semillas (semillas nativas), que se ha llevado a cabo de manera ancestral por los arroceros en Colombia, es la mejor manera de realizar procesos de siembra sostenibles. Ese es el delito de nuestros campesinos. 

En el preciso momento en el que decidieron quitarles su soberanía alimentaria y laboral, su tradición ancestral, su cultura y su patrimonio genético, les pisotearon su valía como campesinos y como personas.

En la página web del ICA, se puede encontrar este artículo que exponen como su objetivo principal: “El Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, tiene por objeto contribuir al desarrollo sostenido del sector agropecuario, pesquero y acuícola, mediante la prevención, vigilancia y control de los riesgos sanitarios, biológicos y químicos para las especies animales y vegetales, la investigación aplicada y la administración, investigación y ordenamiento de los recursos pesqueros y acuícolas, con el fin de proteger la salud de las personas, los animales y las plantas y asegurar las condiciones del comercio”.

Somos expertos en hacer letreros pero no somos capaces ni tenemos la gallardía de ser coherentes con ellos.

El gobierno no gobierna (lo gobiernan desde afuera), las instituciones no actúan coherentemente con su razón de ser, la cultura es evitada y el pueblo colombiano sigue siendo relegado y humillado. ¡Prosperidad para todos! Tiene más recordación y acogida un letrero que la realidad nacional, que el trabajo y la calidad de miles de inteligencias colombianas. Seguimos siendo La Patria Boba.