sábado, 17 de agosto de 2013

Letreros

Campoalegre es un municipio arrocero ubicado en el Huila. Es la capital arrocera del departamento. El impacto ambiental, alimentario y cultural que genera su desarrollo y progreso en Colombia es invaluable. Entiéndase “desarrollo y progreso” como la preservación de los recursos naturales, el trabajo digno, la consolidación de los oficios y la armonía entre seres humanos y entre todos los seres vivos en general. A diferencia de lo que muchos piensan y de lo que se difunde en muchos letreros, desarrollo y progreso no es cemento, ni armas, ni trasnacionales y mucho menos la erradicación del campesinado.

El Documental 9.70, que circula en la internet por estos días, hace una denuncia escandalosa, una denuncia que tristemente no ha tenido la difusión ni el impacto que merece: Estados Unidos puso como condición para firmar el Tratado de Libre Comercio la aprobación de una ley que impone el uso obligatorio de semillas certificadas a nuestros campesinos para realizar sus siembras. Ya sabemos la manera de proceder de los Estados Unidos a través de la historia, no sorprende, lo escandaloso es que Colombia aceptara esa imposición y que el Instituto Colombiano Agropecuario proclamara la Resolución 9.70 condenando a los campesinos que realicen prácticas de siembra ancestral y de paso obligando a destruir todas las toneladas de comida que no se adecúen a ésta ley por ser “comida pirata”.

Sí, ¡Comida pirata! ¿Qué genio se habrá inventado ese letrero? En plena crisis económica y social alrededor del globo. En el mismo instante en el que un tractor destruye sacos de arroz en Colombia, mueren niños de hambre en Mozambique. En el mismo instante en el que es judicializado un campesino por sembrar arroz, un congresista asalta las arcas del pueblo colombiano y recibe prebendas para aprobar una ley.

El Presidente Santos tuvo el descaro de dirigirse al país soltando otro letrero, capaz de confabular la risa y el llanto, cuando defendía el TLC con los Estados Unidos: “la rapidez con la que se aprobaron esas leyes no tiene antecedentes”. ¿Es demócrata aprobar leyes con tanta rapidez? ¿Es honesto? ¿Hace parte de sus “prácticas de buen gobierno”? ¿La rama Legislativa en Colombia realmente le pertenece a los colombianos? Duelen mucho las respuestas…

El 7 de agosto del año 2010, Juan Manuel Santos juró solemnemente como presidente de Colombia y dio un discurso, ante todos los colombianos y ante centenares de jefes de estado y líderes de opinión, en el cual se destacan las siguientes frases:

- “Nuestro país es una maravillosa combinación de culturas, de razas, de talentos, de riquezas naturales, que nos hace únicos en el planeta”.

- “Tierra, agua, naturaleza y buen gobierno, esos símbolos preciados, harán parte integral de la administración que hoy comenzamos”.

- “Llegó la hora de que los bienes naturales que nos fueron otorgados con tanta abundancia y que los colombianos hemos multiplicado con ingenio y sabiduría, no sean el privilegio de unos pocos sino que estén al alcance de muchas manos”.

- “Vamos a defender al campesino colombiano, vamos a convertirlo en empresario, a apoyarlo con tecnología y créditos, para hacer de cada campesino un próspero Juan Valdez”.

- "Porque ese campesino es la persona capaz de alimentar a Colombia y de ayudar a sustentar a un mundo ávido de alimentos. Colombia puede ser una despensa productiva para el planeta y trabajaremos con empeño para que así sea".

¿Qué pasó presidente? ¿Sólo eran palabrejas de relleno? El letrero de “Prosperidad para todos” con el que le gusta tanto dejarse ver es sólo eso, un letrero. Bueno, tomando en cuenta que Álvaro Uribe dijo en el año 2002 que iba a gobernar sin ansias de poder y sin dar lugar a la corrupción, cualquier cosa puede pasar.

Barak Obama fue galardonado con el premio Nobel de paz en el año 2009, éste premio se otorga "a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz", según el testamento del propio Nobel.

Sí, el presidente de los Estados Unidos, el mismo país que invade a otros países y derrama una cantidad incalculable de litros de sangre humana a cambio de petróleo.

Sí, el Premio Nobel de Paz, el mismo que se le ha otorgado en varias oportunidades al Comité Internacional de la Cruz Roja y a personajes como Nelson Mandela por su lucha en favor de la equidad entre las razas en Sudáfrica y a Rigoberta Menchú por su trabajo en pro de la justicia social y de la reconciliación etno-cultural en Guatemala.

Señor Premio Nobel de Paz 2009: Según las Naciones Unidas, alrededor de 24.000 personas mueren cada día de hambre o de causas relacionadas con el hambre y su país pone como condición ineludible para abrir mercados el destruir comida, que vergüenza.

No les duelen todas esas personas que viven en el infortunio en Colombia, que sobreviven en la miseria o mueren de hambre a lo largo y ancho del planeta, ¡destruyendo comida! ¿Quiénes son los delincuentes?

Mientras Mariana Pajón se corona campeona del mundo en la contra reloj de BMX en Nueva Zelanda y Caterine Ibargüen gana la medalla de oro en el Mundial de Atletismo en Rusia, otorgándonos una inmensa grandeza llena de sueños y de lágrimas de alegría, otros personajes de las tres ramas del poder en Colombia día a día se convierten en vergüenza patria mientras aparecen en los medios de comunicación con su característico cinismo.

Por cierto, cuando Mariana Pajón nació, Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe tenían 40 años, hoy en día Mariana les da cátedra de decencia, patriotismo y honestidad sin necesidad de hacer proselitismo de patria en todos los medios de comunicación. Sólo con su manera de actuar, con su inocencia, con su naturalidad. Cuando nuestra diosa de ébano nació, Barack Obama ni siquiera sabía que existía un país mágico como Colombia, Caterine si es una digna representante de la raza negra, le basta con sonreír para contagiar de felicidad más corazones que el presidente de los Estados Unidos.

Ellas, con su humildad y decencia, me recuerdan el enorme privilegio de ser colombiano pues son coherentes al hablar y al proceder. Colombia es un país guerrero, de personas muy guerreras, ese es su mayor patrimonio. Se debería apoyar lo nuestro, darle prioridad a lo nuestro, eso es elemental.

¿Cómo es posible que a las personas que intentan defender el patrimonio colombiano y enfrentarse a la impunidad les caigan encima? Es muy gallarda la labor de Victoria Solano, directora del Documental 9.70. No sorprende que ya algunos la quieran intimidar de manera amenazante pero anónima, es tan fácil y tan carente de inteligencia realizar este tipo de actos que se corresponden con las acciones taradas de nuestros honorables gobernantes. ¡Templanza Victoria!

Sembrar semillas certificadas significa utilizar semillas que pertenezcan a las grandes multinacionales, en su gran mayoría estadounidenses. Significa obedecer las normas y atenerse a las condiciones de los dictadores alimentarios. Significa sembrar semillas genéticamente modificadas. Significa, literalmente, que los gringos nos quieren meter a la boca el arroz nuestro de cada día. 


El método de siembra de arroz en Colombia que se ha venido realizando con el paso de la historia respeta la naturaleza. Sembrando semillas libres de químicos, evadiendo los insumos tóxicos y transgénicos, conservando el equilibrio de la biodiversidad y reduciendo el impacto ambiental al mínimo. La utilización de los mejores productos de las cosechas como semillas (semillas nativas), que se ha llevado a cabo de manera ancestral por los arroceros en Colombia, es la mejor manera de realizar procesos de siembra sostenibles. Ese es el delito de nuestros campesinos. 

En el preciso momento en el que decidieron quitarles su soberanía alimentaria y laboral, su tradición ancestral, su cultura y su patrimonio genético, les pisotearon su valía como campesinos y como personas.

En la página web del ICA, se puede encontrar este artículo que exponen como su objetivo principal: “El Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, tiene por objeto contribuir al desarrollo sostenido del sector agropecuario, pesquero y acuícola, mediante la prevención, vigilancia y control de los riesgos sanitarios, biológicos y químicos para las especies animales y vegetales, la investigación aplicada y la administración, investigación y ordenamiento de los recursos pesqueros y acuícolas, con el fin de proteger la salud de las personas, los animales y las plantas y asegurar las condiciones del comercio”.

Somos expertos en hacer letreros pero no somos capaces ni tenemos la gallardía de ser coherentes con ellos.

El gobierno no gobierna (lo gobiernan desde afuera), las instituciones no actúan coherentemente con su razón de ser, la cultura es evitada y el pueblo colombiano sigue siendo relegado y humillado. ¡Prosperidad para todos! Tiene más recordación y acogida un letrero que la realidad nacional, que el trabajo y la calidad de miles de inteligencias colombianas. Seguimos siendo La Patria Boba.