lunes, 13 de febrero de 2012

¿Qué se siente extrañarla?

Creo que lo más hiriente al extrañarla es realizar que la complicidad que nos unía y que nos definía únicamente existía en mi cabeza y en mi corazón, de ahí parte todo. Recordar el pasado con ella como lo más grande de tu vida, lo más significativo, desgarrarte para volver a él… Querer vivir lo que pudo ser y no fue. De nuevo, lo hiriente es realizar que el camino solo se da en una vía.

Extrañarla es soñarla en los universos gigantescos y maravillosos que rondaban en su mirada y aun así desearle lo felicidad, amor y pasión aunque no sea a mi lado. Eso resulta un acto de valentía, de heroísmo, por decir lo menos.

Extrañarla es detallarle los ojos descubriendo en ellos que siente cosas por ti pero descifrar que por su absurda terquedad prefiere cualquier cosa a estar contigo. Es caer en la incertidumbre de no saber si ella toma la decisión de dejarte por fortaleza o por cobardía.

Extrañarla es hacer cosas por ella incluso cuando ella no se entere, o peor, no las valore. Es la crueldad de lo injusto que es sentir algo tan bonito en el corazón y al mismo tiempo estar cegado por tus lagrimas queriéndo hacerle entender que la protegías al extremo por que la adorabas y no querías perderla, no porque quisieras truncarle o asfixiarle la existencia.

Extrañarla es querer pensar mal de ella, pero ¿cómo escapar de sentir cuando una de las principales reglas del amor es precisamente ser atrido por las imperfecciones del otro? Es disfrutar hablar con ella, desear escuchar su voz, detallarle sus gestos y constatar que no existe nada más hermoso que hacerla reír. Es sentir de una manera egoísta como te arde todo por dentro cuando la llamas muriéndote y ella contesta feliz, como si nada.

Extrañarla es vivir domingos eternos, asesinos… Soñando con el momento en que ella te llame a decirte que todo fué un error y que desea con todas sus fuerzas y todo su compromiso estar contigo, por supuesto, todo se queda en un sueño. Es atormentarte con la idea de que, como es apenas lógico, ella en el futuro va a escribir nuevas historias con otras personas.

Extrañarla es desbordar tus sentimientos hasta que se te parta el alma, hasta el punto de rogarle a Dios que tome el control de la situación aunque nunca hables con él, o ella, no lo sé.

Verla crecer me reveló el profundo valor de la fantasía y la ternura y ella lo único que hizo fue mencionar las palabras más desgarradoras y vacías que existen: Muchas gracias, que estés bien.



4 comentarios:

  1. Que lindo..... uno de mis favoritos.... siento que es un escrito que sale del corazón...y por esto llega directo al corazon...realmente me encanta

    Ximena Verú

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  2. Excelente!! me robaste las palabras para decirlo

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  3. Mil gracias, que bonita.. Pero, tu quién eres?

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