Al principio pensé que el Candidato del Sombrero se había vuelto a lanzar:
- ¡Ombe Camilo, que es Pachón!
- ¿Quién?
- Pachón, el campesino.
- ¿El Candidato del Sombrero que se lanzó en 2010 y no sacó casi votos? Ese como que era campesino… Su logo símbolo era un emoticón con bigote o algo así. ¿No?
- ¡No sea menzo! El de las marchas. ¿No ha visto en Facebook?
- ¡Ahhhhh siiiii! El que habló en el congreso y nadie lo escuchaba… Si vi algo en Youtube pero me aburrí.
- Por él es por quién hay que votar.
- ¿Y ese cómo es que se llama? Sergio, César, Cervando…
- No sé, pero al menos no es corrupto.
- ¿Cómo sabe?
- Pues eso dijo…
- Parce, pero todos dicen lo mismo… Me cuesta creer que alguien haga campaña diciendo que si lo es. Sólo me acuerdo de un caso; cuando Turbay dijo que “había que robar en sus justas proporciones”. Fue un innovador... ¿Mano, y Pancho si estará preparado pa presidente?
- ¡Pachón!
- ¡Eso! ¿Ese si sabrá lo que es el Tratado Esguerra - Bárcenas? ¿Podrá asumir una catástrofe? ¿Tiene diseñado un buen plan para combatir la precaria salud en Colombia? ¿Tendrá, al menos, claras las funciones de un presidente?
- Le estoy diciendo que es el de las marchas.
- Yo también marché y no me considero presidenciable por eso.
- Pero él las lideró, hay que unirnos pa bajar a tanto corrupto.
- Pues si nació en Colombia, vive en el país y ya superó el tercer piso tiene todo el derecho de aspirar según la Constitución del 91.
- Él sería un cambio para el país.
- Pastrana también prometió un cambio en el 98 y vea… Y a todas estas, ¿Eso del Facebook si será efectivo? No funcionó con Mockus.
- Le voy a enviar la invitación del grupo pa que sepa como es.
- ¿Marica pero usted no estaba jodiendo la semana pasada con el grupo ese pa votar en blanco? ¿Al fin?
- El voto en blanco sería un muy buen mensaje.
- ¿De?
- Pues de que no nos gusta ninguno de los candidatos.
- No le entiendo. Ni siquiera hay candidatos inscritos. Bueno, y los que suenan, como la marioneta o la señora del Polo, ni siquiera han divulgado sus eventuales programas de gobierno. ¿Yo cómo voy a saber si ningún candidato o programa de gobierno me gusta o no sin haberlos conocido?
- Vea, lo importante es que hay que bajar a Santos como sea.
Cualquiera es mejor que ese.
- ¿Hasta el Candidato del Sombrero?
- ¡Hay abrase! A usted no le duele su país…
Yo sólo quería chismosear el perfil de la vieja a la que le tengo ganas y no pude porque me llenaron de invitaciones a grupos que para mí carecen de toda lógica. Eso no fue lo peor, lo peor es que en verdad ya me están haciendo sentir como un cobarde traicionero a la bandera tricolor. Hubo una señora que me dijo que yo patrocinaba la corrupción por el simple hecho de que no estaba de acuerdo con apoyar a ciegas la candidatura de alguien que a toda luz no está preparado para asumir las riendas de un país, un país tan complejo como Colombia.
Igual me puse a investigar pues de pronto este tipo si es la salvación para Colombia y yo la estaba embarrando. Primero lo primero, El Candidato del Sombrero se llama Jairo Calderón. Esa era mi principal inquietud. Ahora bien, dice Wikipedia que efectivamente César Pachón ya tiene 30 años. Es incluso más joven que el loco e inexperto mandatario de Corea del Norte pero tiene derecho constitucional de inscribir su nombre si recolecta las firmas necesarias o un partido político ya establecido lo postula como su candidato oficial.
Es ingeniero agrónomo de la Universidad Pedagógica, mueve masas y parece que tiene buenas intenciones. Pachón lidera el movimiento nacional y popular Dignidades por Colombia que aboga por el campesinado colombiano y promete proponer soluciones a corto, mediano y largo plazo para resolver las coyunturas del sector.
Lo que no dice Wikipedia es que a Pachón se le ha olvidado hablar y hacer propuestas sobre temas como las relaciones internacionales, la seguridad, los derechos humanos, la salud, la educación, la tecnología, la cultura, el desarrollo y el deporte, entre otros. Parece ser que mis sospechas no eran tan descabelladas, no conoce las funciones del Presidente de Colombia que están escritas en la Constitución Política en el Titulo VII (De la Rama Ejecutiva), Capítulo 1 (Del Presidente de la República).
Las personas con intenciones loables son deseables en cualquier parte pero la ley de la vida nos obliga a desarrollar procesos, etapas, aprendizajes y experiencias. La cultura de la inmediatez en Colombia nunca ha hecho bien. Es cierto que el gobierno de Santos ha hecho tantas chambonadas que en el país ya no cabe ni siquiera una mínima duda de eso pero aun así es preciso que mantengamos la cordura y la sensatez de no seguir dejándonos llevar por calenturas irresponsables.
viernes, 22 de noviembre de 2013
miércoles, 13 de noviembre de 2013
La leyenda del Vampiro
Bram Stoker fue un profeta y un visionario. El irlandés dio a conocer su popular novela “Drácula” en el año 1897 pero realmente lo que quería era relatar los hechos que ocurrirían en Colombia muchos años después. Su genial estilo lo llevo a narrarla en lenguaje oculto, es decir, los nombres y lugares fueron cambiados para proteger a su propia integridad. Debe ser que ya presentía venir las amenazas y el matoneo que caracterizan al estilo de Uribe. Por ejemplo, sus profecías fueron expuestas en escenarios como Londres y Transilvania pero todo apunta a que en realidad se estaba refiriendo a la tierra de la guayaba.
¿Qué le habrá impulsado a escribir acerca de Colombia? No está del todo claro pero los rumores dicen que el motivo fue que tanto payaso suelto llamó su atención. Desde Misael, pasando por Regina y llegando hasta José Obdulio resultaron ser una gama fascinante. Lo que sí es seguro es que a pesar de tanto humorista, el género literario que escogió Bram fue la Novela y no la Comedia pues en Colombia las novelas tienen un lugar de privilegio y los políticos y periodistas aman ser protagonistas tipo Corín Tellado, otro coqueto detalle que tuvo el autor.
Según la leyenda, el Vampiro bebía y se bañaba en sangre, creyendo que le devolvería la juventud y lo perpetuaría en la inmortalidad. Esta apología describe muy bien al ex presidente Uribe quien para perpetuarse no vacila en chuparle la sangre a cualquier parroquiano como si padeciera de Porfilia y que está bañado en cuanta mermelada aparezca.
El personaje, además, publicaba avisos de manera incansable en busca de lograr concretar y tapar todo tipo de triquiñuelas, todo en aras de no desaparecer en el imaginario de nadie. Se sabe, pues es misteriosamente multiplicado por los medios masivos de comunicación, lo que trina el desocupado Alvarito día tras día cargado de mezquindad con su BlackBerry (BB era una marca pionera en aparatos móviles y no una simple aplicación), no descansa, no duerme. Las mamás siempre han dicho que el sueño es necesario para aliviar el alma, pobre. De ahí la aparición del cuervo carroñero en la novela, hace alusión al pajarraco de Twitter.
Se revela, sin tapujos, la desmesurada ambición de poder de Drácula, quien, para lograr sus objetivos, logra obediencia y mueve ejércitos de ratas, dingos, zorros, niebla, lobos, lagartos, murciélagos y tormentas. El honorable Congreso de la República también tiene su papel protagónico, Bram pensó en todo. Estos animalejos arrastraban un miedo que parecía venir del futuro, como Uribe y sus ministros con delirios de rabo de paja.
El noble Alvarito pierde sus facultades durante el día, los vampiros huyen de la luz diurna. Todo lo hacen valiéndose de lo tapado y de lo oculto a la luz pública. Esa esa es su esencia.
Cada quién tiene su lugar en la trama, desfilan personajes como: el Lacayo (refiriéndose al falaz periodista Alfredo Rangel), el Bufón, que naturalmente representa a Pachito y hasta el Intrépido Fugitivo, que no podía ser otro que Luis Carlos Restrepo. Todos de la cuerda del Conde. Bram Stoker también se acordó de uno que otro personaje que si resultó ser proactivo para Colombia, la inteligencia de John Seward en la novela, por ejemplo, evoca al gran José Cuervo, no por los efectos que produce el conocido tequila mexicano sino por los derechos humanos y el lenguaje que defendió el filólogo y humanista Rufino José en Colombia y Francia. Ese si fue un gran colombiano.
Hay un capítulo en el cuál se describen unos robos de identidad desde las penumbras. Claramente se está relatando el episodio en el que Pastrana le robó las elecciones a Rojas Pinilla el 19 de abril de 1970 dándole un golpe certero a la democracia, de ahí el nacimiento del M19. La historia de Colombia está llena de cosas tenebrosas; sombras, truenos y oscurantismo. El autor lo describe magistralmente en toda la obra.
Esas experiencias son muy difíciles de narrar pero las cicatrices demuestran que fueron hechos reales. En Colombia se trabaja para cuatro o cinco familias: Pastrana, Ardila, Santos, Sarmiento, Uribe… Hasta en eso se heredó el ejemplo de los españoles que trabajan por que tienen una familia que mantener, la familia real. Se desata el dilema de si la vida es injusta o es cruelmente justa pues cada quién cosecha lo que siembra.
Uribe, como Drácula, no se refleja en los espejos. Critica lo que alguna vez formuló. Ahí está el caso del referendo que propuso en 2003 cuando pidió curules para los grupos armados en un eventual proceso de paz. Ahora hace berrinches hasta la saciedad cuando otro es el protagonista. Grita y hace pataletas a todo pulmón como si la inteligencia se midiera en decibeles. Hay que recordar que al Vampiro se le iba la lengua con frecuencia produciendo una especie de vómito negro sobre todo lo que estaba a su alrededor.
En la novela Drácula maneja con cuerdas a diversos personajes buscando un eventual sucesor. Sorprende el ingenio del autor, ¿cómo habrá sabido Bram que la marioneta de Uribe tendría cara de vampirito asustado? Votar por el candidato a la presidencia que postuló el Puro Centro Democrático para el 2014 (no recuerdo su nombre) es lo mismo que abrazar a un cadáver, tan cerca pero a la vez tan lejos, aun entre los brazos está demasiado vacío y ausente, no es una propuesta lo suficientemente atractiva. No es nadie.
El Conde genera cierta simpatía, hace reír. No es deseable que se le clave una estaca en el centro del pecho, es decir, en donde realmente está ubicado el corazón. Colombia no necesita comulgar con más violencia. Simplemente resta esperar con paciencia a que alguien ponga un rosa encima de su sarcófago para que por fin pueda descansar su alma, como ocurre en la novela. Como dijo Herbert Spencer; nadie puede ser perfectamente libre hasta que todos lo sean.
¿Qué le habrá impulsado a escribir acerca de Colombia? No está del todo claro pero los rumores dicen que el motivo fue que tanto payaso suelto llamó su atención. Desde Misael, pasando por Regina y llegando hasta José Obdulio resultaron ser una gama fascinante. Lo que sí es seguro es que a pesar de tanto humorista, el género literario que escogió Bram fue la Novela y no la Comedia pues en Colombia las novelas tienen un lugar de privilegio y los políticos y periodistas aman ser protagonistas tipo Corín Tellado, otro coqueto detalle que tuvo el autor.
Según la leyenda, el Vampiro bebía y se bañaba en sangre, creyendo que le devolvería la juventud y lo perpetuaría en la inmortalidad. Esta apología describe muy bien al ex presidente Uribe quien para perpetuarse no vacila en chuparle la sangre a cualquier parroquiano como si padeciera de Porfilia y que está bañado en cuanta mermelada aparezca.
El personaje, además, publicaba avisos de manera incansable en busca de lograr concretar y tapar todo tipo de triquiñuelas, todo en aras de no desaparecer en el imaginario de nadie. Se sabe, pues es misteriosamente multiplicado por los medios masivos de comunicación, lo que trina el desocupado Alvarito día tras día cargado de mezquindad con su BlackBerry (BB era una marca pionera en aparatos móviles y no una simple aplicación), no descansa, no duerme. Las mamás siempre han dicho que el sueño es necesario para aliviar el alma, pobre. De ahí la aparición del cuervo carroñero en la novela, hace alusión al pajarraco de Twitter.
Se revela, sin tapujos, la desmesurada ambición de poder de Drácula, quien, para lograr sus objetivos, logra obediencia y mueve ejércitos de ratas, dingos, zorros, niebla, lobos, lagartos, murciélagos y tormentas. El honorable Congreso de la República también tiene su papel protagónico, Bram pensó en todo. Estos animalejos arrastraban un miedo que parecía venir del futuro, como Uribe y sus ministros con delirios de rabo de paja.
El noble Alvarito pierde sus facultades durante el día, los vampiros huyen de la luz diurna. Todo lo hacen valiéndose de lo tapado y de lo oculto a la luz pública. Esa esa es su esencia.
Cada quién tiene su lugar en la trama, desfilan personajes como: el Lacayo (refiriéndose al falaz periodista Alfredo Rangel), el Bufón, que naturalmente representa a Pachito y hasta el Intrépido Fugitivo, que no podía ser otro que Luis Carlos Restrepo. Todos de la cuerda del Conde. Bram Stoker también se acordó de uno que otro personaje que si resultó ser proactivo para Colombia, la inteligencia de John Seward en la novela, por ejemplo, evoca al gran José Cuervo, no por los efectos que produce el conocido tequila mexicano sino por los derechos humanos y el lenguaje que defendió el filólogo y humanista Rufino José en Colombia y Francia. Ese si fue un gran colombiano.
Hay un capítulo en el cuál se describen unos robos de identidad desde las penumbras. Claramente se está relatando el episodio en el que Pastrana le robó las elecciones a Rojas Pinilla el 19 de abril de 1970 dándole un golpe certero a la democracia, de ahí el nacimiento del M19. La historia de Colombia está llena de cosas tenebrosas; sombras, truenos y oscurantismo. El autor lo describe magistralmente en toda la obra.
Esas experiencias son muy difíciles de narrar pero las cicatrices demuestran que fueron hechos reales. En Colombia se trabaja para cuatro o cinco familias: Pastrana, Ardila, Santos, Sarmiento, Uribe… Hasta en eso se heredó el ejemplo de los españoles que trabajan por que tienen una familia que mantener, la familia real. Se desata el dilema de si la vida es injusta o es cruelmente justa pues cada quién cosecha lo que siembra.
Uribe, como Drácula, no se refleja en los espejos. Critica lo que alguna vez formuló. Ahí está el caso del referendo que propuso en 2003 cuando pidió curules para los grupos armados en un eventual proceso de paz. Ahora hace berrinches hasta la saciedad cuando otro es el protagonista. Grita y hace pataletas a todo pulmón como si la inteligencia se midiera en decibeles. Hay que recordar que al Vampiro se le iba la lengua con frecuencia produciendo una especie de vómito negro sobre todo lo que estaba a su alrededor.
En la novela Drácula maneja con cuerdas a diversos personajes buscando un eventual sucesor. Sorprende el ingenio del autor, ¿cómo habrá sabido Bram que la marioneta de Uribe tendría cara de vampirito asustado? Votar por el candidato a la presidencia que postuló el Puro Centro Democrático para el 2014 (no recuerdo su nombre) es lo mismo que abrazar a un cadáver, tan cerca pero a la vez tan lejos, aun entre los brazos está demasiado vacío y ausente, no es una propuesta lo suficientemente atractiva. No es nadie.
El Conde genera cierta simpatía, hace reír. No es deseable que se le clave una estaca en el centro del pecho, es decir, en donde realmente está ubicado el corazón. Colombia no necesita comulgar con más violencia. Simplemente resta esperar con paciencia a que alguien ponga un rosa encima de su sarcófago para que por fin pueda descansar su alma, como ocurre en la novela. Como dijo Herbert Spencer; nadie puede ser perfectamente libre hasta que todos lo sean.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)